Recapitulando…

 

Parece increíble, pero han pasado más de treinta semanas desde que empecé a contaros estas historias cortitas, con nombres de flores…

La aventura comenzó para vosotros el pasado noviembre. Para mí, un poco antes.

Pertenezco a un grupo de teatro amateur y cuando se me ocurrió la idea de escribir estos relatos estábamos un poco parados en nuestra labor creativa. Había una cierta desmotivación y se me ocurrió escribir una serie de monólogos, relatos… hechos a la medida de cada uno de los miembros del grupo con el fin de mover un poco al grupo y sacarlo del “parón” momentáneo…

Eso fue lo que me hizo inventar los primeros quince textos. El grupo se reactivó, pero no gracias a estos textos (aunque eso es otra historia),  y entonces decidí que los textos me gustaban lo bastante como para compartirlos con vosotros, con los lectores del blog…

Los di una vuelta, los volví a pensar unas pocas veces y comencé a compartirlos.

No sabría deciros por qué les puse nombres de flores, pero a día de hoy me sigue pareciendo bien.

Compuse cada relato pensando en una persona concreta, quien debería de representarlo; pero luego, cuando me decidí a prolongar las historias, las desdibujé de su destinatario inicial y comenzaron a tomar vida propia…

Todos los que conocen a quien escribe una historia piensa que está escribiendo “su” historia, “sus” vivencias y eso no es necesariamente cierto.

Mis flores son producto de muchas cosas. En mi batidora mental hay noticias escuchadas, sucesos leídos, quejas de amigos, experiencias compartidas, sucesos vividos en primera persona y situaciones inventadas. Todo ello deconstruido y vuelto a montar tras pasar por el filtro de mi cabeza y de mis dedos…

No soy ninguna de las flores, pero, estoy en todas ellas.

Cada una de ellas tiene algo de mí, aunque sea un anhelo por parecerme o por distanciarme de ella.

Dicen que cuando estudias un idioma, si eres capaz de empezar a soñar en él, estas más cerca de dominarlo… Pues bien a mí me está pasando algo parecido con mis flores. No es que sueñe con ellas, pero si es verdad que están empezando a tener vida propia.

A veces estoy a punto de dormir y me viene a la cabeza una idea para alguna de ellas…

Pero, cuando empiezo a desarrollar su relato, este camina por imprevistos derroteros y eso me fascina. No le sucede lo que yo había pensado para ella sino lo que ella decide que desea que le pase…

No sé si os están gustando las historias. La mayoría sois prudentes y no me decís nada ni a favor ni en contra. No se trata de pediros jabón, pero si me ayudaría conocer la visión de unos pocos de vosotros.

Los que conozco personalmente alguna vez se han manifestado en vivo y en directo, pero, de la mayoría, no tengo noticias…

Hay quién me ha pedido que me centre en su flor favorita y la desarrolle en particular… Se ponen nerviosos, porque son quince flores,  y tardan en recuperar el hilo de su personaje… Paciencia. Todo se andará.

Lo habitual es que entre una flor y su continuación  pasen semanas;  para recordar, si lo necesitáis, basta con poner el nombre de la flor en el buscador del blog, y éste os mostrará la entrada anterior. Cada flor estará siempre en el nombre del relato para facilitar el seguimiento…

Soy novata en esto y se trata de una experiencia nueva también para mí.  Voy construyendo al ritmo que puedo. Se trata de un divertimento, espero que también para vosotros, y aún va a durar un poco más…

Mis flores se están convirtiendo en un relato por entregas que pretende reflejar historias cotidianas en las que reconocernos todos.

Los humanos nos parecemos mucho más de lo que nos diferenciamos. Esa es mi opinión. Y no importa el sexo, la raza, la extracción social o la procedencia, todos nos alegramos o entristecemos por cosas bastante similares…

Me gustaría mucho que compartierais vuestras impresiones conmigo. No prometo usar vuestras sugerencias, pero me ayudarían a mejorar…

Bueno, vosotros mismos. Os agradezco vuestra fidelidad y vuestra paciencia. La próxima semana espero sorprenderos con la continuación de vuestra flor favorita…

¡Que intriga!… ¿A quién le tocará salir a la palestra?

 

(El jacinto que ilustra el texto corresponde al blog  Mar de flores y las mirthas a  Gardenexpress.com.au)